Por Alejandro Arriaga, sobre el libro de Guillermo Mena “Olvidarse del paisaje” editado por Bosquemadura, editorial de arte.
Una vez entré a una casa incendiada, además de generarme una emoción tristísima también me quedé obnubilado por ciertos trazos y formas que el carbón y las llamas fueron diagramando mientras velozmente tragaba esa materia. Olvidarse del paisaje es el libro de Guillermo Mena, la primera publicación de Bosquemadura, una editorial de arte super interesante. Lo primero que veo es la tapa, el título “Olvidarse del paisaje” descansa sobre un fondo negro con un dibujo blanco. Blanco y negro, el juego de contrastes y negativos, la simpleza y la potencia. La luz. Este libro es un dispositivo compuesto por las obras gráficas de Guillermo Mena, una serie de poemas que se intercalan escritos por él autor y a su vez tiene un prólogo de la directora de la editorial Adriana Musitano y un trabajo teórico de Gabriela Milone.
Me encanta que sea una editorial que se pregunta por lo material, que reflexiona sobre el lenguaje. También el autor reflexiona sobre el lenguaje, las ilustraciones de mena tienen una génesis anterior al resultado artístico que tiene que ver con el proceso que hay hasta llegar de la madera al carbón que el artista utiliza. Es importante cuando las editoriales y los artistas son creativos sin dejar de ser parte de este mundo, de interpelarlo, de dudar, de buscar, de moverse para recrear un espacio posible. Bosquemadura es un espacio posible. Este libro habla de lo que nos pasa, reflexiona sobre lo que podemos hacer, el autor dice, “los fuegos marcan / un mapa sin salidas”. Los trazos de Mena son para mi más felices, presentan como posible el ejercicio del pensamiento, de la reflexión y claro, también el de la belleza.
A continuación, les compartimos información sobre Bosquemadura, una editorial de arte.
Bosquemadura
El nombre de nuestra EDITORIAL DE ARTE nace de nuestro respeto por el bosque. Creemos en el equilibrio perfecto de las energías renovables y, como parte de este compromiso, hemos optado por no utilizar papel para reducir la extracción de madera, sino pantallas, sus luces, sombras, colores, imágenes, sonidos, música y palabras…
Esta editorial pretende convertirse en un espacio creativo donde se puedan publicar libros de arte digitales e interactivos de diferentes autores. Partimos de una noción amplia de “libro de arte” para llegar al corazón del bosque digital y así poder desarrollar nuevas formas de lectura en un nuevo entorno. Nuestro objetivo es utilizar energías creativas y tecnológicas que conduzcan a nuevos caminos para el disfrute y la comprensión del arte, desde diversas perspectivas de las artes visuales y literarias en conjunción con escritos, entendimientos y miradas.
El nombre de nuestra editorial proviene de un poema de Xavier Villarrutia (México, 1903 1950), “mi bosque madura”. El poema reconoce que el bosque y la selva, la oscuridad o la luz, ya sea en poesía o en filosofía, son imágenes que expanden nuestras formas de pensar y crean posibilidades y simbolismos similares a los que se encuentran en las obras de Dante, Hölderlin, Rilke, Heiddeger, Zambrano, Cardenal, Borges, Juan L, por nombrar algunos. Por lo tanto, publicar significará crear arboledas, dejar que los árboles crezcan en medio de una variedad de prácticas culturales para que podamos encontrar refugio en su actividad poética.
En nuestras publicaciones, los libros digitales abren pequeños intersticios en la división entre texto e imagen, intentando superar fronteras y explorar nuevos métodos de representación/comunicación/presentación. En los libros de artista, los creadores están presentes y siguen de cerca su elaboración junto con el equipo de edición. De esta manera, el atractivo de nuestros libros radica en su formato, su enfoque interactivo y la proximidad al lector. Si bien ha habido ediciones de libros de artista publicadas en medios digitales, que sepamos, ninguna editorial se centra específicamente en la producción de libros de arte nativos digitales, al tiempo que se compromete a una estrecha colaboración con sus creadores. Sabemos que los libros de artista digitales son árboles dispersos, aún no lo suficiente como para considerarlos un bosque. Gracias a su precio y accesibilidad, nuestros libros digitales serán una fuente de disfrute para muchos lectores dispersos por todas partes, alejándose así de los aspectos excluyentes de los libros de arte impresos en papel (precios excesivamente altos y no siempre disponibles en las tiendas). Nuestro objetivo como editorial es que cada lanzamiento ofrezca al lector un objeto digital atractivo que le atraiga por su presentación visual y textual, la disposición de cada página y el ambiente poético resultante.
En el catálogo de Bosque madura se encuentran artistas plásticos, narradores, ensayistas, poetas, videoartistas, cineastas, ilustradores, fotógrafos, actores, músicos, cantantes y todo aquel artista que considere relevante presentar su trabajo de manera interactiva e hipermedial; que desee mostrar formas, figuras y sonidos para crear experiencias sensoriales, pasionales, sociales y políticas. Porque en los libros digitales, como dice Crespo Martín (2016), “el artista transforma su rol al producir y poner a disposición una estructura de contenido que se desarrolla a través de la interacción con el lector-espectador cada vez que se lee o se visualiza el libro”. Un lugar especial estará reservado para los artistas de nuestros territorios del Sur y de América Latina. Sin establecer jerarquías, valoramos la toma de riesgos, la experimentación, las exploraciones estéticas intensas y las responsabilidades sociales para adquirir el conocimiento de aquellas cuestiones políticas y ecológicas que nos preocupan y demandan reflexiones, respuestas, acciones…